“Fray Bartolomé de las Casas: el Apóstol de los Indígenas y padre de los Derechos Humanos. Bartolomé de las Casas: Apostle of the Indians and father of the Human Rights”.

Fiestero del clima

A lo largo de la historia, cuando los seres humanos hemos iniciado una conquista, siempre ha sido un lecho de llanto y sangre, en el cual uno de los dos contendientes salía mejor parado que el otro, pero donde ambos sufrían bajas importantes. No fue así el caso de la conquista de América. Debido a la superioridad tecnológica de los europeos, la conquista fue una verdadera masacre de indígenas que dice muy poco de bueno de los conquistadores, llegaran del país que llegaran. Entre ese desorden, obsceno y vetusto que esconde a la bestia humana cuando se desata, surgió como un resplandor la bondad y ecuanimidad del llamado Apóstol de los Indígenas: Fray Bartolomé de las Casas.  El fraile dominico capaz de convencer con su dialéctica precisa a la Iglesia de aquel tiempo y encumbrar a los indios a la calidad humana. Argumentó que: “los indígenas tenían uso de razón, tanto como los antiguos griegos y romanos, y que como criaturas racionales eran seres humanos. Como tales, los indígenas estaban cobijados por el derecho natural y eran titulares de los derechos a la libertad y a nombrar sus autoridades”. Les dio la libertad de la que muchos carecían y les abrió una nueva vida más allá de la esclavitud, que ayudo de manera inapreciable a formar la América Latina que hoy conocemos.

En el corazón de Madrid, centro histórico de la capital  de un país que un día dio el primer paso hacia América y el Palacio de Linares, sede actual de la Casa de América, se hizo la entrega del premio que lleva el nombre del salvador de los indios, “Premio Bartolome de las Casas 2009”.

La conferencia estuvo a cargo de Jorge Arias, Consejero Mayor de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) (Colombia) y de Eduardo Yatacué, responsable del tejido de comunicación de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN).

Comienzan hablando de esa codicia de Europa que llegó hace ya más de 500 años a América para conseguir sus riquezas en forma de oro, plata, y otros bienes de lujo y materias primas. El propio Palacio de Linares es muestra del esplendor colonial ya que Don José de Murga y Reolid (I Marqués de Linares) fue quien invirtió su gran fortuna ganada con los ferrocarriles en Cuba en la construcción del Palacio, allá por el siglo XIX.

Hacen un llamamiento a la unión de los Pueblos Indígenas, frente a un mundo actual que describen como controlado por las mercancías y el afán de conquista y poder. Ellos se definen como hijos de la madre tierra. Critican la actitud de los colonos que en nombre de la ayuda vienen a someter a los indios. Ellos proclaman la Ternura que puede con la codicia y el afán de poder. Abogan por mundo en el espíritu para que la vida siga perpetuándose. El señor Eduardo, no acepta un mundo del libre comercio, donde se enriquecen unos pocos, mientras los campesinos que la producen pasan hambre.

Eduardo propone adaptar la visión de Fray Bartolomé de las Casas, para reemplazar el capitalismo por pueblos que viven en armonía con la tierra y respetan sus ecosistemas y naturaleza.

El señor Eduardo, insta en este momento a un mayor proteccionismo de los pueblos frente al liberalismo salvaje que deja a los indígenas si su propia cosecha para venderla a bajo coste en mercados internacionales. En su lucha, propone dos frentes de trabajo, por un lado crear la Minga (en lengua Nasa significa Asamblea o trabajo colectivo) y por otro involucrarse en movilizaciones para luchar por las asambleas. Nos ofrece una comunicación destinada a la verdad y la vida que busque la armonía con otros pueblos, proferida de forma libre y sin manipulaciones de ningún tipo. Esto supone un desafío no sólo para los indígenas sino para todo el planeta.

El señor Eduardo recuerda que Fray Bartolome de las Casas defendió a sus ancestros e inspirado en él propones unos puntos guía:

Primero, superar el poder transnacional que no beneficia a nadie. Segundo, mantener unas leyes que difundan el bienestar. Tercero, acabar con el terror y la persecución. Cuarto, que los Estados cumplan con los derechos de los pueblos conquistados, y quinto que se cumpla la agenda de la humanidad, para el pueblo Nasa (Colombia) y todos los pueblos del mundo.

Por su parte, el señor Jorge, nos habla del pueblo Nasa, que tiene su propia región y lengua Nasayagüi en Colombia y opina que debemos defender esa lengua y restablecerla. Asegura que este premio de Casa de América es muy bueno para su proyecto y está muy agradecido.

A continuación, surgen preguntas en el público. La primera hace mención a la situación en Colombia y pregunta más particularmente por el Gobierno del señor Uribe y por la problemática existente con esos 4,5 millones de desplazados internos. Responden, que el problema del Narcotráfico es muy importante en el país (con las Farc en sus terrenos) y hay que sumarlo a los paramilitares que también patrullan sus territorios. Debido a esta situación, están viviendo en un campo de batalla, donde muchos indígenas fueron desplazados. En el caso del pueblo Nasa, han intentado evitar al máximo los desplazamientos por el amor que le tienen a su tierra. Pero aseguran, que el conflicto armado ya ha llegado a sus tierras y que el ejercito nacional ya está también allí, y ya no se puede caminar libremente por la noche, lo que obliga a mucho indígenas a pasar mayores dificultades. El indígena Eduardo, asegura que ahora le cuesta mucho hacer su caminatas ya que los guerrilleros de las Farc lo confunden con informantes del Gobierno y los paramilitares lo confunden con un guerrillero de las Farc, con lo cual ambos bandos son críticos con ellos.

El señor Jorge, nos habla de la importancia de defender a la Pacha Mama (o Madre Tierra) frente a muchas empresas multinacionales que se han establecido en la zona. Defiende lo que beneficie al pueblo local y no los intereses de terceros. Por último, y como solución el señor Eduardo propone la unión de los indígenas de todos los países andinos.

Como vemos, en un mundo cada vez más complejo, los intereses locales se enfrentan a los de compañías internacionales, cuando lo que deberían es sumar. En las Escuelas de Negocios se llaman relaciones win-win o de ganancia mutua donde las empresas multinacionales dan parte de su beneficio para la construcción de colegios, presas de agua, institutos, hospitales, etc. en las zonas donde llevan a cabo sus actividades. Por ello, un buen desarrollo de la Responsabilidad Social Corporativa es fundamental para que los países respeten a sus pueblos indígenas y para que las empresas multinacionales puedan trabajar en todo el mundo sin causar un daño irreparable a la riqueza cultural, social y ambiental que tiene este planeta Tierra.

A tenor de la actual crisis económica, muchos países están haciendo lo que el propio señor Eduardo propugna para su pueblo, esto es: empezar a consumir más productos locales que estimulan la economía de la zona y le dan riqueza. El proteccionismo está ganando en esta época de vacas flacas, frente a una era en la que quizá nos hemos excedido en el “comercio salvaje”, sin tener en cuenta un desarrollo sostenible y más a largo plazo. Algunos países que eran conocidos como grandes fábricas de productos manufacturados, se han convertido en países despojados de su industria y donde es más difícil encontrar empleo, mientras que otros países se han convertido en la fábrica del mundo. Esto como nos dice el indígena Eduardo, es malo, por que a la larga los que viven en una zona necesitan poder planificar su propio desarrollo y eso es muy difícil si venden sus productos a países lejanos donde las demandas del mercado no siempre tienen en cuenta las reivindicaciones y los intereses de los indígenas.

De lo que no cabe ninguna duda, es que Fray Bartolomé de las Casas marcó un hito dentro de la Iglesia Católica por su defensa de los indios amerindios que no sólo cambio esa institución, sino que modificó todo el panorama temprano de la conquista del continente Americano. En sus escritos se muestra muy crítico con las matanzas y desastres cometidos por los colonizadores y regidores de la América que acababa de ser descubierta por Cristobal Colón.

Muchas centurias tuvieron que pasar para el gran hito en los derechos humanos comenzado por figuras insignes como Fray Bartolome de las Casas, llegara a la que es la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamada el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde fue aprobada, tras las barbarie de la II Guerra Mundial. Recordemos el texto que nos enorgullece: “Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana; Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias; Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión; Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones.”

Sin duda leer todo este texto con todas sus páginas nos engrandece como humanidad y su idealismo nos llena como pueblos y como seres humanos. Esperemos que los hombres y mujeres del mundo leamos y actuemos acordes con las lineas de este magnífico texto.

Maestro de fiesta

Saludos a Bartolome de la Casas y a la ONU,

Jorge.

Nota: Todos por la vuelta del blogspot (festivaldelclima.blogspot.com)

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